La crisis económica aconseja diversificar el riesgo, y en eso el presidente es previsor. La mitad de sus ahorros los tiene invertidos en fondos de inversión, exactamente 313.780 euros. En dinero disponible en cuentas corrientes tiene 59.909 euros, que el año pasado le reportaron 1.959 euros de intereses, y, finalmente, tiene 80.572 euros depositados en seguros de ahorro. En “rendimientos de operaciones de capitalización”, sin más concreción, declara 5.528,26. En números redondos, 600.000 euros (cien millones de las antiguas pesetas) en productos financieros, según consta en la declaración de bienes que presentó el 1 de diciembre del año pasado en el Congreso de los Diputados.
No es una excepción. También los ministros de su Gobierno invierten en Bolsa, aunque si hay uno dispuesto a correr riesgos ese es Miguel Arias Cañete. El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, el más rico del Consejo de Ministros, tiene 4.209 acciones del Banco de Santander y 16.640 del Banco Bilbao Vizcaya (BBVA), por citar las entidades más importantes, por valor de 72.041 euros.
En Petrolifa Ducar S.L tiene invertidos 165.120 euros en participaciones, y 160.979 euros más en Petrologis Canarias S.A. Inversiones, que en 2011 le reportaron unos suculentos beneficios de 63.959 euros. Las inversiones más conservadoras de Cañete están en imposiciones a plazo, con 63.959 euros a medias con su mujer, y 40.000 euros más en varias cuentas corrientes.
La ministra de Trabajo, Fátima Báñez, no se queda atrás, con una inversión de 326.884 euros en bonos del Tesoro. En su cartera hay también 7.466 acciones de una sociedad cotizada que no especifica por un valor de 70.527 euros. Una cantidad similar, 73.868 euros, la tiene en imposiciones a plazo y cuentas corrientes. Por último, dispone de 78.523 participaciones en la empresa familiar Grupo Báñez S.L., sin valorar.
José Manuel Soria, ministro de Industria, Energía y Turismo, es notablemente desconfiado y prefiere no asumir inversiones de riesgo. Tiene todo su dinero, 529.390 euros, en cuentas corrientes en los bancos BSCH, BBVA y Sabadell, y aunque la rentabilidad de este producto financiero es prácticamente nula (en torno al 0,10%), no declara ni un solo euro de intereses. Sus fondos de inversión suman 270.000 euros, pero los ha recibido en herencia, al igual que 50.598 euros en acciones del BBVA y 76.680 euros más en participaciones en la sociedad Tarundanta.
Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, tampoco confía en la Bolsa. Su inversión es de tan solo 7.269,88 euros, por los que el año pasado recibió 827 euros de dividendo. En cambio, es de los miembros del Gobierno más previsores, con tres fondos de pensiones que suman 119.429 euros. En dos cuentas corrientes dispone de 66.984 euros, y su inversión más atrevida es un fondo de 39.649 euros.
Por delante de Montoro en previsión está Jorge Fernández, ministro del Interior. Sus depósitos en planes de pensiones ascienden a 129.719 euros, a los que hay que añadir un seguro de vida familiar (48.080), un seguro de accidentes (23.800) y un seguro de vida (13.823). Sus modestas inversiones en Bolsa le reportaron en 2011 un beneficio de 479 euros, que no está mal si tenemos en cuenta que sólo tiene 4 títulos de una sociedad valorados en 18,16 euros, y 338 de otra por 5.100 euros, además de obligaciones de Caixabank (2.288 euros). El resto del dinero lo tiene cash en cuenta corriente: 12.673 euros.
La vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría reparte sus ahorros entre cuentas corrientes y de ahorro y dos fondos de inversión, que suman en total 99.817 euros. Igual de prudente es Ana María Pastor, ministra de Fomento, que tiene dos cuentas corrientes con 65.507 euros. Los más pobres, en lo que productos financieros se refiere, son el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, que declara solo 26.443 euros en una cuenta corriente en el Banco de Santander y, sobre todo, Ana Mato, ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, que declara 5.019 euros en bolsa y 2.222 euros en acciones y fondos de inversión.
Los ministros Luis de Guindos (Economía y Competitividad), Pedro Morenés (Defensa), José Ignacio Wert (Educación, Cultura y Deporte) y José Manuel García Margallo (Asuntos Exteriores y Competitividad) no han presentado declaración de bienes en el Congreso porque no son diputados.
Fuente: elconfidencial.com