Hace unas semanas recibí en mi buzón
un libro, se trataba de “Un resquicio para levantarse. Historia
subjetiva del APRE” de Javier Ávila Navas. En él Javier cuenta
con todo lujo de detalles su experiencia vital en las diferentes
cárceles en las que ha estado privado de libertad a lo largo de 28
años, muchos de ellos encerrado en módulos de aislamiento, lo que
le llevó a crear, junto con otros presos, una asociación en defensa
de los presos en régimen especial. Su activismo dentro del mundo
penitenciario le llevó a sufrir la represión y las torturas de una
forma especialmente dura.
En su biografía, Javi nos describe
cómo ha sido su vida desde la infancia, como muchos jóvenes de su
generación, vivió una juventud marcada por las drogas. De los
pequeños robos de adolescente hasta los atracos en bancos, Javi se
pasa toda la vida fugándose, primero del reformatorio, y después de
muchas de las 34 cárceles por las que ha pasado. Este libro ha sido
para mi uno de los que más me ha impresionado, ya que Javi describe
con toda dureza su experiencia carcelaria, muchas anécdotas y
vivencias que nos cuenta sin pelos en la lengua. La tortura es una
práctica constante, el tráfico de drogas dentro de las cárceles,
el suministro de medicación psiquiátrica, la creación de un “GAL”
dentro de las prisiones y el papel de los funcionarios en todo esto.
Este es un libro que debería leer
cualquiera que quiera conocer qué es la cárcel y sobretodo saber
que no es un lugar que ayude para nada a reinsertarse a nadie en la
sociedad, más bien todo lo contrario. Los jueces, la policía, los
funcionarios de prisiones, el Estado... cada uno cumple un papel, y
actúan con total connivencia. La impunidad ante flagrantes
violaciones de los derechos más fundamentales son la tónica
habitual. Os recomiendo que no perdáis la oportunidad de leer este
libro, que engancha, se lee fácil, con mucha jerga propia de quien
ha estado tantos años encerrado en las instituciones penitenciarias.
Es un libro autoeditado, por lo que si
queréis un ejemplar, os recomiendo que os pongáis en contacto
directamente con Javi por correo: javiavilanavas@gmail.com
SINOPSIS:
En este libro nos cuenta Javi Ávila
Navas, llamado el Niño, sencilla y directamente, su vida. Pero hay
vidas y vidas. Esta es la de un rebelde cuya forma de ser le lleva a
participar en la creación de situaciones de las que dan qué pensar.
Habiendo sido “cliente”, desde muy jovencito, de las
instituciones punitivas estatales, se enfrentó siempre a ellas
con impulso refractario y autoafirmativo, intentando y logrando la
fuga en numerosas ocasiones. Aun así, ha pasado 28 años en prisión,
muchos de ellos sometido al programa penitenciario de neutralización
denominado eufemísticamente “Régimen Especial” y al que
podríamos llamar con mayor propiedad régimen de máxima crueldad,
verdadero núcleo duro de la institución total carcelaria. Ante su
acción deshumanizante, encontró, con sus compañeros de castigo, en
la amistad y el apoyo mutuo y en la lucha común por la libertad, la
justicia y la dignidad de todos, un refugio donde continuar siendo
ellos mismos. Para avivar el fuego de la insurrección contra las
infrahumanas condiciones de vida en las cárceles españolas, que
llevaba encendido ya unos cuantos años, concibieron el APRE
-Asociación de Presos en Régimen Especial- que intentó aglutinar,
alrededor de una tabla reivindicativa y unas tácticas comunes, a la
minoría de irreductibles que habían sido destinados a “la cárcel
dentro de la cárcel” para quebrarlos, disuadiéndoles de seguir
intentando la fuga y su supervivencia como seres humanos. Aunque la
llama se extendió durante algún tiempo, su levantamiento fue
finalmente aplastado en el aislamiento, por la violencia y por la
astucia de la izquierda de la partitocracia española, los
“socialistas” de la corrupción y del GAL, apoyados
incondicionalmente por los “medios de comunicación de masas” y
por la mayor parte de la sociedad española del momento, con
momentos de excepción como los FIES, convertidos después en norma,
a pesar de su evidente ilegalidad. Pero conquistaron al menos un
punto de vista, una perspectiva de la dominación, lograda
enfrentándose a ella en primera línea. Muy reveladora, por tanto,
para quienes alguna vez se decidan a intentar lo mismo. Desde ahí
puede comprenderse mejor también los cambios subsiguientes en el
sistema penitenciario, como la construcción de macrocárceles o la
invención de los “módulos de respeto”. Lo que se ofrece aquí
es, entre otras cosas, un ejercicio de memoria y reflexión sobre
todo eso.
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