La Fundación Manos Limpias, que suele acusar a políticos y
personalidades de España de corrupción, se sienta al banquillo de los
juzgados, esta vez como acusada. El secretario general de Manos
Limpias, Miguel Bernard, es interrogado por los delitos de extorsión,
estafa, administración desleal, fraude en las subvenciones y
organización criminal. Se le investiga por retirar una acción
penal a cambio de previa exigencia de dinero. Varios bancos denunciaron a
esta organización por intentos de extorsión. Esta entidad ha
lanzado acusaciones infundadas contra numerosos órganos y personas no
afines a sus ideologías, desde los independentistas catalanes hasta
partidos políticos como Podemos.
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