13 mar 2017

Un resquicio para levantarse

Hace unas semanas recibí en mi buzón un libro, se trataba de “Un resquicio para levantarse. Historia subjetiva del APRE” de Javier Ávila Navas. En él Javier cuenta con todo lujo de detalles su experiencia vital en las diferentes cárceles en las que ha estado privado de libertad a lo largo de 28 años, muchos de ellos encerrado en módulos de aislamiento, lo que le llevó a crear, junto con otros presos, una asociación en defensa de los presos en régimen especial. Su activismo dentro del mundo penitenciario le llevó a sufrir la represión y las torturas de una forma especialmente dura.

En su biografía, Javi nos describe cómo ha sido su vida desde la infancia, como muchos jóvenes de su generación, vivió una juventud marcada por las drogas. De los pequeños robos de adolescente hasta los atracos en bancos, Javi se pasa toda la vida fugándose, primero del reformatorio, y después de muchas de las 34 cárceles por las que ha pasado. Este libro ha sido para mi uno de los que más me ha impresionado, ya que Javi describe con toda dureza su experiencia carcelaria, muchas anécdotas y vivencias que nos cuenta sin pelos en la lengua. La tortura es una práctica constante, el tráfico de drogas dentro de las cárceles, el suministro de medicación psiquiátrica, la creación de un “GAL” dentro de las prisiones y el papel de los funcionarios en todo esto.

Este es un libro que debería leer cualquiera que quiera conocer qué es la cárcel y sobretodo saber que no es un lugar que ayude para nada a reinsertarse a nadie en la sociedad, más bien todo lo contrario. Los jueces, la policía, los funcionarios de prisiones, el Estado... cada uno cumple un papel, y actúan con total connivencia. La impunidad ante flagrantes violaciones de los derechos más fundamentales son la tónica habitual. Os recomiendo que no perdáis la oportunidad de leer este libro, que engancha, se lee fácil, con mucha jerga propia de quien ha estado tantos años encerrado en las instituciones penitenciarias.

Es un libro autoeditado, por lo que si queréis un ejemplar, os recomiendo que os pongáis en contacto directamente con Javi por correo: javiavilanavas@gmail.com

SINOPSIS:

En este libro nos cuenta Javi Ávila Navas, llamado el Niño, sencilla y directamente, su vida. Pero hay vidas y vidas. Esta es la de un rebelde cuya forma de ser le lleva a participar en la creación de situaciones de las que dan qué pensar. Habiendo sido “cliente”, desde muy jovencito, de las instituciones punitivas estatales, se enfrentó siempre a ellas con impulso refractario y autoafirmativo, intentando y logrando la fuga en numerosas ocasiones. Aun así, ha pasado 28 años en prisión, muchos de ellos sometido al programa penitenciario de neutralización denominado eufemísticamente “Régimen Especial” y al que podríamos llamar con mayor propiedad régimen de máxima crueldad, verdadero núcleo duro de la institución total carcelaria. Ante su acción deshumanizante, encontró, con sus compañeros de castigo, en la amistad y el apoyo mutuo y en la lucha común por la libertad, la justicia y la dignidad de todos, un refugio donde continuar siendo ellos mismos. Para avivar el fuego de la insurrección contra las infrahumanas condiciones de vida en las cárceles españolas, que llevaba encendido ya unos cuantos años, concibieron el APRE -Asociación de Presos en Régimen Especial- que intentó aglutinar, alrededor de una tabla reivindicativa y unas tácticas comunes, a la minoría de irreductibles que habían sido destinados a “la cárcel dentro de la cárcel” para quebrarlos, disuadiéndoles de seguir intentando la fuga y su supervivencia como seres humanos. Aunque la llama se extendió durante algún tiempo, su levantamiento fue finalmente aplastado en el aislamiento, por la violencia y por la astucia de la izquierda de la partitocracia española, los “socialistas” de la corrupción y del GAL, apoyados incondicionalmente por los “medios de comunicación de masas” y por la mayor parte de la sociedad española del momento, con momentos de excepción como los FIES, convertidos después en norma, a pesar de su evidente ilegalidad. Pero conquistaron al menos un punto de vista, una perspectiva de la dominación, lograda enfrentándose a ella en primera línea. Muy reveladora, por tanto, para quienes alguna vez se decidan a intentar lo mismo. Desde ahí puede comprenderse mejor también los cambios subsiguientes en el sistema penitenciario, como la construcción de macrocárceles o la invención de los “módulos de respeto”. Lo que se ofrece aquí es, entre otras cosas, un ejercicio de memoria y reflexión sobre todo eso.

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