18 may 2014

José Mujica, un hombre normal

En el mundo en el que vivimos, decir ciertas verdades no corresponde a personas con cabida en los círculos mediáticos ni de poder. Es extraño escuchar en los medios un discurso a favor del decrecimiento y el reparto de la riqueza, y en contra del consumo y de los valores del sistema totalitario mercantil. Evidentemente la televisión, y en general todos los grandes medios, viven de la publicidad y dependen de sus propietarios, que suelen ser grandes corporaciones y grandes bancos, a los que les interesa seguir con la religión más extendida en nuestros tiempos: el consumo. Su lógica depredadora es la que nos está llevando de cabeza al colapso de los recursos energéticos, al inexistente reparto de la riqueza, al saqueo indiscriminado de los países del Sur, y a una brecha cada vez más grande entre ricos y pobres. Para que nos hagamos una idea, en el estado español las 20 personas más ricas poseen la misma riqueza que los 9 millones de personas que menos poseen. 



En medio de todo este escenario insoportable, en el que el caos parece hegemónico y además da la sensación de que no hay alternativas, o al menos se preocupan de que no pensemos en ellas, aparece el presidente de Uruguay, José Mujica o Pepe como le llaman muchas personas que lo quieren como a un padre o como al sabio que nos enseña a diario. Pepe ha renunciado al 90% de su salario como presidente, y lo destina a proyectos sociales. Tampoco vive en el palacio presidencial, vive en su casa en el campo con su huerta y sus perros, con absoluta sobriedad y sencillez. El palacio lo ha cedido a un proyecto para que vivan allí unos niños refugiados sirios. Muchas personas dirán que Pepe es especial, es un hombre que es un ejemplo a seguir, es honesto, y efectivamente, eso es lo que parece ser, lo verdaderamente preocupante es que esta persona sea una excepción, y es que por raro que pueda parecer, Pepe lo que es, es un hombre normal, y esto es lo que realmente nos llama la atención, que una persona normal pueda tener voz y pueda decir libremente lo que muchas personas pensamos a diario, pero que van en contra de la ideología dominante del consumo, la cultura del trabajo, la competitividad, etc. y que respiran más por las ideas del cooperativismo, el decrecimiento, el apoyo mutuo, el respeto a la naturaleza y el cuidado de todos los seres que en este mundo convivimos. Ha legalizado los matrimonios homosexuales, el aborto y la marihuana en una región continental en la que los valores religiosos hacen de resistencia a ese tipo de cuestiones.

Tod@s somos como Pepe Mujica, ya sabemos quiénes son los que no.

Aquí os dejo una intervención de Pepe Mujica que merece la pena visualizar.

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